Algo sobre lo que dicen que dijo, si cometió un pecado fue el de soñar

18.05.2012 19:20

 

La feria taurina de Puquio en Ayacucho se inicia hoy y con ese motivo vuelve a ruedos peruanos el linarense David Gil que por propia voluntad dejó de torear aquí y en su tierra hace  dos años.

Gil comparte la terna con los peruanos Juan Carlos Cubas y Fernando Roca Rey. Partirán plaza en el coso  Antonio Navarro los días 19 y 20 de mayo, despachando ganado peruano de Salamanca y San Pedro.

David Gil llegó al Perú en el año 2000 para torear en la Feria de Chota.  Luego los festejos le llovieron por su capacidad para adaptarse al ganado local, sea de casta, media o ninguna. Y con ello, o  a pesar de ello, ser capaz de conseguir triunfos, esto es, cortar orejas.  Siempre, poniendo la femoral por delante, sea con  el toreo fundamental o con el de artificios ya  que en la guerra todo se vale.  Pero con una honestidad torera a toda prueba, sea en  una placita de palos en 5 mil msnm o sea en la misma capital. 

Durante  el 2011 David Gil fue parte de un reportaje en la revista Aplausos y protagonista de un documental titulado “el torero de los Andes” producido y dirigido por Ignasi Rodríguez,  en el que se muestran las peripecias que él, y cualquier torero nacional o extranjero, debe vivir –y sobrevivir- con tal de torear, de sentirse torero. Se rodó entre viajes y corridas desde Incuyo (Ayacucho), a Lima,  luego a Chalhuanca (Apurímac), Palca (Junín), etc mostrando, acaso cruda y fielmente sus costumbres y tradiciones. Bien valdría obsequiárselo al  ministro Urquizo.

Rodríguez y su equipo se convirtieron en la  sombra de David, grabaron todo lo que había a su alrededor. Dijo Luis Cuesta en su blog:  Gil a pesar de todo ha toreado en Lima, la capital, en plazas destacadas como la de Bambamarca o en Cabanaconde, donde comentó que llegó a cobrar 5.500 dólares. Pero también ha toreado en ruedos de cuarta, por sueldos miserables, en donde no se siguen siquiera los cánones básicos de una corrida de toros. Pudo haber alcanzado más del medio centenar de festejos por año.

Nos duela o no, es la pura y dura verdad.  En nuestro país,  aun cuando se dan más de 600 festejos al año, los menos, son los que guardan la seriedad que tiene una corrida en Acho.  Sin embargo, en ello está la tradición y la riqueza de la expresión cultural de las celebraciones patronales de nuestros pueblos, algo que es difícil cambiar.  A pesar de ello, en esa década de toreo en el Perú David Gil fue testigo de la paulatina mejora en la seriedad de los festejos, especialmente en cuanto a ganado de casta se refiere, tanto como de la creciente cantidad de plazas de toros que se iban construyendo en el territorio nacional. 

Gil vuelve a torear al Perú.  Y no me interesa inmiscuirme en dimes y diretes pecuniarios entre torero y ex apoderado.  Sólo conocer lo que dijo  que tanta llaga causó.  Visto y leído lo referido,  mi único deseo  darle  argumentos para que se forme una opinión.   Si algo tengo claro es mi admiración hacia el  Perú taurino y si lo declarado por el linarense fuera ofensa para nuestros pueblos no dude que sería la primera en rechazar su presencia en nuestra patria.  Si cometió un pecado David, habrá sido ser un  gil…, un tonto, de soñar a ser figura del toreo en el Perú taurino, su razón habrá tenido. Juzgue usted.

Aplausos marzo 2011. Artículo “Perú, el refugio de los sueños”

“salvo la Feria del Señor de los Milagros de Lima, Perú es muy poco conocido taurinamente hablando, pero en el interior del país existen al menos 30 plazas de toros en las que vale la pena torear… caí de pie y gusté a la gente”

“cuando vas allí (Chota) no te imaginas que pueden caber once mil espectadores, ya que es un pueblo al que tardas cinco o seis horas en llegar desde Cajamarca y que hay una única carretera que se hace eterna… la  mayoría de pueblos tienen sus ferias taurinas y aunque prácticamente no tienen ni para subsistir, la gente hace un esfuerzo para asistir a una corrida de toros, eso es afición”.

“me daba poco dinero, estuve yendo y viniendo durante mucho tiempo por apenas nada de dinero.  En 2008 lo dejé y estos últimos tres años gané algo más... he decidido dejarlo, pasaba una media de seis meses allí pero se lleva muy duror… a lo mejor hacemos 400 km para torear, que se tardan una media en recorrer una media de doce horas.  Viajamos en todo tipo de vehículos, llegamos de cualquier manera, a veces con la hora justa y otras veces hay que retrasar el horario del comienzo”

“Ayacucho, que es una zona muy taurina en la Sierra del Perú, donde nació el movimiento revolucionario llamado Sendero Luminoso, son pueblos muy precarios donde casi no tienen para comer y sin embargo organizan una corrida de toros.  Por eso, para que el pueblo coma, tenemos que matar todo lo que salga de los toriles, que son toros cruzados o toreados”

“que vistan humilde, que no mencionen que tienen dinero, y que se dejen las alhajas en casa” (cuenta de un asalto en la carretera saliendo de Celendín)

“no es un país rico en pastos, es más bien desértico. Cuando un ganadero de categoría como los hermanos Roberto y Rafael Puga, Orlando Sánchez Paredes o Aníbal Vásquez tienen algo de ganado de desecho se lo venden a los lugareños. Estos adquieren un lote de vacas pero no tienen dinero para comprar un semental por lo que cogen un toro que no es bravo puro para cubrir las vacas y el resultado es muy variado, unos embisten,  otros no”.

Documental “el torero de los Andes” (extactos)

“tengo 35 años y desde que tenía 10 sueño con ser figura del toreo, hasta ahora no lo he conseguido y tristemente sigo en el empeño…  mi segundo país es Perú, donde me han acogido muy bien, ahora mismo no soy figura del toreo pero lo demás, lo tengo todo, una familia que me quiere y una profesión que la disfruto mucho, no donde quería pero bueno, sólo me falta ese poquito,  que es ser figura del toreo en España”

“me preocupa que las imágenes no trasmitan lo que verdaderamente se viene hacer aquí, se viene a agradar al pueblo, respetando sus costumbres y aceptando su humildad, muchas veces no hay dinero ni para comer la gente… ¿cómo van hacer una corrida de toros si es un costosísimo espectáculo? Dentro de ese esfuerzo, consiguen contratarme y a una cuadrilla de banderilleros y seguramente los toros son de la región, no son enteramente bravos…”

“David es un personaje muy complicado por dos cosas, porque es un buen torero pero tiene muy poco carácter como persona en el sentido que no soporta nada, no aguanta mucho, se aburre muy pronto de las cosas, y el no poder no torear más es por su forma de ser que no es capaz de tocarle la puerta a nadie para pedir favores y cree que con lo que hace en la plaza es más que suficiente para seguir toreando… tiene razón, pero en España no funcionan las cosas así… con los cojones que tiene, como se juega la vida, se va a los pueblos de los Andes donde no hay ni enfermería y  se juega la vida como si estuviera en Madrid, no es porque esté loco, es porque quiere ser torero, se ha convertido en un ídolo en el Perú” (el apoderado de entonces)

“nuestros viajes son estresantes, muy cansados, siempre con prisa a todos lados y no hay más remedio que hacerlo, si no lo hago yo, lo hace otro… ellos quieren ver matar el toro lo antes posible, que sufra lo menos posible y a disfrutar… a mí me da vida que la gente me pida autógrafos, quiera hacerse fotos conmigo, que haya chiquillos que sean hinchas, como ellos dicen, y eso hace que yo me sienta todavía vivo en mi profesión y que vea que su marido es un hombre querido en Perú… la vida tiene sentido haciendo lo que uno sueña, si no lo has conseguido, nunca debes dejar de soñar”